martes, 3 de julio de 2018

Pauli, un ejemplo de que no hay edad para la pasión

Guillermo Pauli, pilar izquierdo del Club Ferrocarril General San Martín, disputó el fin de semana pasado por el Top 12 de la URBA el encuentro ante el Club Atlético San Isidro (CASI) con 47 años y en diálogo con el IFDC San Luis, contó sus sensaciones y privilegio de ser el jugador más longevo en jugar en Primera
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Por:Gastón Vila Calderón




“Lo primero que se me viene a la mente es una alegría enorme. Jugar en la Primera de mi club es lo más grande que te puede pasar y más a mi edad. Era un objetivo que me propuse, pero no pensé que lo podía llegar a alcanzar”, destacó al inicio de la conversación el deportista que cumplirá 48 años el próximo 11 de enero.

En relación a lo que influyó para que pueda seguir desempeñando la actividad, subrayó: “El apoyo familiar fue una de las cosas más importantes para que yo pueda jugar y seguir en este deporte tanto tiempo. El rugby es mucha unión y ejemplo”.

Su motivación es “hacer siempre todo al 100% de lo que uno puede y entregar el máximo”, razón por la que nunca bajo los brazos y menos cuando tuvo lesiones graves en su carrera que podrían haberlo frustrado: “Me corté un tendón de un dedo y estuve parado 5 meses. En 1997 me fracturé la tibia jugando para Buenos Aires en San Juan y la recuperación demoró 1 año”.

Pauli, fue campeón del Top 12 de la URBA con el equipo de Buenos Aires en 2000, junto con grandes figuras del rugby nacional como Ignacio Fernández Lobbe, Ignacio Corleto y Rodrigo Roncero, entre otros. Al respecto, comentó: “Compartir plantel con ellos fue una experiencia espectacular, aunque fueron pocos partidos porque pasaban mucho tiempo en Los Pumas”.

Al momento de elegir una victoria o momento especifico a lo largo de su carrera, destacó: “Salir campeón en M19 con mi club,Ferrocarril San Martín, fue una alegría muy grande”. Y agregó:
“Obviamente, también remarco triunfos entrando a los Top 14 y ganándole al SIC, CASI y  ALUMNI que no son acontecimientos habituales y que pasan todos los días”.

En el 2011 y con 40 años, decidió retirarse.  “Pensé que ya era suficiente y una etapa definida al haber disputado un Top 14 ganando muchos partidos, pero después me puse a entrenar y a hacer otro tipo de deporte y nunca nada me llena como el rugby, entonces decidí volver este año y es el último porque es muchísimo el sacrificio que tengo que hacer para estar a la altura del resto, ya que me gusta jugar al máximo nivel y no estar en una cancha por estar”, revela.

Por último, aconseja a quienes practican la disciplina y aspiran a llegar a jugar en Primera tantos años como él: “Recomiendo que entrenen lo que más puedan. De chico entrenaba menos y a medida que fueron pasando los años iba entrenando más porque veía que no podía seguir en el nivel adecuado que es al 100%. Dando lo mejor de uno se llega lejos, y más si lo haces con pasión”.

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